La radicalización de la sociedad está tomando un cariz aterrador. Estamos acostumbrados a que desde diferentes sectores aprovechen la fechas mas señaladas para hacer daño al resto de ciudadanos; no olvidemos aquellas huelgas de pilotos, o de personal de tierra justo en vacaciones que pretendían tener mucha repercusión y que conseguían que muchísimos usuarios se quedaran sin sus vacaciones porque los señores pilotos querían cobrar mas. Es gracioso, porque yo también quiero cobrar mas de lo que cobro, pero ¿para ello hay que enfurecer a todo el mundo?.
Ciertamente tenemos un supuesto derecho a huelga, y ciertamente tenemos el deber de defender lo que creemos es injusto, en ningún momento estaré en contra de que un trabajador trata de mejorar su situación y proteste por ello, lo que no es permisible es la actitud de los sindicatos, no debemos olvidar que todas estas huelgas egoístas están convocadas por sindicatos, los cuales como todos sabemos siempre ayudan al gobierno.
Estos sindicatos, por experiencia propia, y salvo excepciones, están compuestos por trabajadores sin escrúpulos que pretenden mejorar su situación a costa de el resto, venden a sus compañeros por unos cuantos liberados mas, que como todos sabemos se dedican a vivir del cuento, a cobrar sin hacer nada.
El día que hacen algo solo tienen en la cabeza el maltratar a los ciudadanos, el hacer daño a la persona de a pie, y esto se ha visto reflejado en la última huelga del Metro de Madrid, donde hemos visto imágenes aterradoras de como los propios piquetes introducían basura de la calle en el Metro ¿para que?, si ya de por si se genera basura ¿a que viene meter más?. Pero lo realmente lamentable es ver a un individuo vertiendo aceite para que los usuarios se resbalen, de hecho salen imágenes en las que una señora mayor cae al suelo tras resbalarse con dicho aceite.
Estas acciones son lamentables y me alegra observar como la presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha tomado una decisión que muchos otros desearían pero que jamas se atreverían a realizar, ha rescindido el contrato con las empresas concesionarias de la limpieza del Metro, en un acto de autoridad la presidenta no ha consentido que nos sigan tomando el pelo, y aunque a muchos le parezca injusto en mi opinión no lo es, otras empresas se harán cargo de dicho trabajo y seguirán existiendo los mismo puestos con la salvedad de que no serán unos sindicatos cuasimafiosos con técnicas criminales los que se adueñen de dichos puestos de trabajo públicos.
Desde aquí aplaudir la decisión de Esperanza, y elogiar su actitud, obviamente por esta y otras muchas acciones Esperanza es la presidenta de la Comunidad de Madrid, y cada día una apuesta más clara para el Gobierno de España.
5 comentarios:
Es delincuencia pura y dura sin más. Debería aplicarse la Ley en todo rigor.
¿Has visto el hijo de malamadre del sindicato hablando de la mala fe de los que están limpiando ilegalmente?
Hay que j*derse...
Pues no las he visto, ¿donde las puedo ver?, porque tiene que ser bochornoso escuchar a un subnormal decir esas cosas.
Ya que como se creen algunos, el tirar aceite y poder hacer daño a una persona es normal, pero el limpiar la mierda que unos guarros piquetes echan es delito. Viva la España de Zapatero.
Saludos...
Es delincuencia en estado puro,vandalismo encubierto en base a unas reclamaciones y demandas,que los sindicatos y la izquierda más radical,con la complicidad del PSOE utilizan de ariete contra Esperanza Aguirre.
Asi es Natalia, y no debemos olvidar que el metro de Madrid siempre ha sido un arma contra Esperanza, en las ultimas elecciones elecciones autonómicas y municipales, el metro sufrió numerosos sabotajes que cesaron curiosamente pasadas las elecciones.
Saludos...
Publicar un comentario