Nuevamente la Andalucía progre, liberal y tan social de Manuel Chaves hace de las suyas. El socialismo que controla desde hace décadas el futuro del pueblo andaluz sigue dando muestras de las políticas sociales de las que alardean.
Seguramente piensen, estos señores consejeros, que irse a cenar a algún restaurante hace todo más social, como que es más bonito, más socialista, y por supuesto lo que pone la guinda a un acto tan social es no pagar la factura, aquí todo es de todos, mejor dicho, todo es de los socialistas, el dinero del pueblo que recaudan en impuestos ellos se lo gastan en comilonas y en otras "cositas".
Andalucía, tierra de grandes borregos, donde el enchufismo está a la orden del día, donde los estómagos agradecidos no pueden mas que votar al jefe cuando se acercan las elecciones, es esa tierra donde el pueblo vive engañado por el falso socialismo. La cultura del pelotazo nunca se fue de Andalucía, pero ahora mas que nunca resurge de sus cenizas.
En Andalucía, si eres socialista tienes mucho ganado, pero si estas en la administración publica la vida es mucho mas fácil, da igual que miles de personas no tengan ni para comer, que Andalucía siga siendo una de las regiones mas pobres de Europa, eso no importa, lo que realmente importa es que el socialismo pueda seguir en el poder, puedan seguir aprovechándose del pueblo.
Si algún día esta lacra socialista abandona el poder, los escándalos se sucederán y entonces esperemos que los que ahora se aprovechan paguen por sus fechorias, porque no hay derecho a que estos impresentables se gasten el sueldo de un empleado medio en una cena con el dinero de los demás.
4 comentarios:
¿He oñido bien?¿La Andalucía liberal? Andalucñia será todo menos eso, xDDDD.
Un saludo
Yo no veo ese día, no soy especialmente optimista en este campo.
No lo entiendo, nunca entiendo cómo ganan una y otra vez.
Tienes un merecido “Premio comprometido en defensa de la Libertad y la democracia”.
Un abrazo, Martha
Entre los que todavía dicen votar a Felipe, y los que hipotecan los votos de su familia a cambio de un favor, un pasa manos o una vista gorda, queda un poco que aguantar al imperio del enchufismo.
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