domingo, 9 de octubre de 2011

José Antonio Duran Lleida: "Los campesinos andaluces se pasan el día en el bar"

4 comentarios:

Helio dijo...

He comentado muchas veces, que Cataluña y el País Vasco han tenido privilegios que no han tenido otras comunidades, que tuvieron que emigrar para subsistir.
He estado siempre en desacuerdo con el PER, por no aplicarlo también en las dos castillas que tambien han sufrido el abandono gubernamental durante décadas.
También he comentado alguan vez que el Sr. Duran es uno de los mejores políticos, pero en este caso se ha metido en un charco.

Anónimo dijo...

Dimelo a mi que soy Canaria y vivo en Barcelona, nunca en mi vida me habia sentido extranjera..y aqui lo hago todos los días, pq como no tengo el nivel C no estoy integrada!!!
Todo sea dicho y no hay que generalizar, que aqui hay de todo, pero bueno, abundan los burros con barretina.

Gazulin dijo...

Por desgracia, los tipos como Duran y lleida, son los que se forran a base de intoxicar a la sociedad y generar odio entre personas que tienen miles de problemas que solucionar antes de preocuparse por el nacionalismo y las mentiras que lo abalan, estos señores son parásitos que se alimentan del odio que generan en los demás, es tremendamente preocupante y lamentable.

Urdanautorum dijo...

Este pío Josep Antoni, (no le llames José Antonio porque le puede dar el telele), no sabe lo que se dice. Debe ser fruto de una inspiración en la suite del hotel Palace. Humilde morada durante su permanencia en Madrid, que pagamos todos los españoles, incluidos andaluces.
Lo de buen político, pss, como Jordi Pujol, el mejor español del año...No estoy de acuerdo.
El beato de las mil corbatas podría practicar el cristianismo del que tanto presume y no fomentar el antagonismo entre españoles.
Debe ser muy amigo de los purpurados catalanes, en parte culpables de las injusticias que se cometen en esta "maravillosa tierra española". Mal que les pese a esta cuadrilla de patanes, no por sus ideales políticos, que, al cotrario que ellos, los respeto, sino por las chorradas que largan.