Estado de alarma en España, o eso nos dice, el presidente no electo pero autodecretado Rubalcaba,es una de las peores crisis que se recuerdan en nuestro país motivada por la desastrosa gestión de un gobierno incapaz de gobernar, y por una huelga encubierta brutal y egoísta de un colectivo privilegiado que siempre utiliza al más débil para conseguir sus objetivos.
Dada esta situación existe una pregunta que se realiza todo el mundo ¿donde está Zapatero? ¿donde está el presidente? Pues una vez más se demuestra que este personaje es lo peor que le ha ocurrido a España en su historia, un presidente lamentable que se esconde a la mínima y que no es capaz de dar la cara en ningún momento.
Obviamente los socialistas son responsables de la calamitosa situación que vivimos gracias a unos gobernantes impresentables y a un borreguismo impresentable que no tiene razón de ser.
3 comentarios:
El sometimiento de los controladores a la jurisdicción militar es plenamente inconstitucional, puesto que el artículo 117.5 de la Constitución limita la "militarización jurisdiccional" de los civiles a los casos de proclamación del estado de sitio. Estado de sitio que no se ha proclamado en España.
No sólo lo pienso yo; lo dicen los catedráticos D. Pedro Cruz Villalón y Enrique Alvarez Conde, catedrático de derecho Constitucional de la Universidad Rey Juan Carlos I.
La ilegal aplicación del estado de alarma, que califica de "gravísima", y la totalmente inconstitucional militarización de los controladores.
Hoy, La Gaceta dedica su portada a cuestionar la legalidad de la medida adoptada por el Gobierno y recoge la opinión de distintos juristas al respecto. Entre ellos están el catedrático de Derecho Procesal Manuel Lozano, quien declara que había que haber decretado el estado de sitio para poder militarizar a los controladores y que lo ha hecho el Gobierno es "una aberración", y el profesor de derecho constitucional de la UNED Carlos Vidal, que advierte que "cuando la Ley habla de calamidad, se refiere a catástrofe natural, no a otra cosa", por lo que el estado de alarma no podía haberse decretado.
El Mundo, por su parte, incluye un extenso y documentado artículo del Catedrático de derecho Penal de la UCM, Enrique Gimbernat, quien incide en lo mismo: en la radical inconstitucionalidad de la militarización de los controladores, puesto que no se ha decretado el estado de sitio. Recuerda Gimbernat que, además de que el artículo 117.5 de la Constitución es muy claro al respecto, existe jurisprudencia del Tribunal Constitucional: concretamente una sentencia del año 1982.
Estamos por tanto ante una clamorosa "patada en la puerta" a la Constitución efectuada el sábado por el Gobierno. Porque nos encontramos ante un golpe institucional sin precedentes en nuestra democracia: la ilegal suspensión de derechos constitucionales por parte de un Gobierno.
Es gravísimo dejar a la discrecionalidad del Gobierno, a través de decretos, determinar cuáles son los servicios esenciales y cuándo esos servicios se han paralizado de manera grave.
Por mucho que sea el mal que hayan hecho los controladores, por muy odiado que sea el colectivo, por mucha censura que merezcan sus acciones... lo que han hecho los controladores es infinitamente menos grave que ese atentado contra las libertades y contra la legalidad que el Gobierno ha perpetrado.
Si se tolera esta aberración, la seguridad jurídica queda sustituida por la arbitrariedad gubernamental.
Hasta las próximas elecciones, de seguir las encuestas como ahora, viviremos situacines cuando menos alarmantes.
Resulta incongruente que sean incapaces -o no quieran-, llevar a buen término un tema laboral por medio de la negociación, dándole una precaria solución con maquiavélicos métodos del vicepresidente.
Un abrazo
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