jueves, 30 de diciembre de 2010

La justicia española condena a guardias civiles en vez de a los asesinos etarras.


La palabra de un asesino etarra ha sido mejor valorada que la de los guardias civiles ya que estos insistían en que los etarras se habían infringido ellos mismos sus lesiones.

Sinceramente, entre creer a un agente de la autoridad y a un asesino etarra la cosa está clara, para todos menos para los jueces vascos.

Espero que el Ministerio del Interior recurra la sentencia y que los verdaderos criminales sean condenados, de otro modo será difícil acabar con estos asesinos que aprovechan el estado de derecho y la permisividad de algunos jueces para sacar provecho de sus delitos.


1 comentario:

Urdanautorum dijo...

Es muy fuerte esto y, además, llega en un momento muy oportuno para los intereses del "futurible" nobel de la paz.
Es tan grave que debemos leer la sentencia antes de opinar. Además la recurrirán si hay posibilidad. La misma GC es de esperar que lo haga por su propio prestigio y compañerismo.
A diferencia de la justicia (sarcasmo), de los terroristas donde homenajean a los asesinos de niños, la nuestra condena a los que se juegan la vida por detenerlos, sin tener en consideración el atenuante de la carga afectiva que supone tener a punta de pistola a uno de esos perros, recordando en esos instantes a sus compañeros caidos y a sus inocentes hijos, a las ruinas de la casa cuartel de Zaragoza o de Vic, y no apretar el gatillo.
Mientras llega ese esperado recurso, sean culpables o no: gracias y ¡viva la Guardia Civil!